En Rojas Jaile advocat hemos constatado que la situación económica actual, aboca a un incremento de los delitos en todas sus manifestaciones. Dentro de estos, los que adquieren protagonismo, son los de carácter económico. Su perpetración, puede alcanzar no sólo el ámbito privado, entre particulares, sino también, y con más incidencia, en el ámbito empresarial. Aumentan las estafas, las apropiaciones indebidas, alzamiento de bienes, insolvencias punibles, falsificación de documentos, etc.
Esta esfera de la delincuencia, lo trata el derecho penal económico, donde caben los delitos societarios, y el derecho penal de empresa. Para la comisión de estos delitos, también, los hechos punibles, pueden manifestarse de cuatro formas diferentes: delito doloso de acción, delito doloso de omisión, delito imprudente de acción y delito imprudente de omisión. El delito doloso sería, el hecho que se realiza con conocimiento y voluntad; el delito imprudente, sería el cometido por falta de cuidado, descuido, negligencia. En concreto, en cuanto a la responsabilidad penal del empresario, desde siempre, nuestra jurisprudencia recuerda, que la responsabilidad penal es exclusivamente personal e individual; consecuentemente las sociedades como tales, no pueden delinquir